Un Blog que no sigue la moda

Un Blog que no sigue la moda

Clío era la musa de la Historia. Me llegue su inspiración.


Los primeros blogs fueron creados por Justin Hall en 1994, con su empresa Links.net. Eran espacios web donde se trataban temas personales. En 1997 Dave Winer, con Scripting News, empezó a hablar de política y tecnología. Y por eso se le considera el primer blogero de la historia de la Humanidad, ya que dejo de hablar de su vida, y comenzó a publicar opiniones y novedades, como contenido valioso para sus seguidores. A mí también me gustaría publicar contenido valioso para quien quiera leerlo.

Blog viene de Web Log y en castellano se traduce como Bitácora Web. La Bitácora es el armario fijo a la cubierta de un barco, donde se coloca la brújula y el cuaderno de viaje. Con el timón, forma el puesto de mando de la embarcación. Desde ahí se dirige el destino y se controla el viaje.

Con CLIO POTRA pretendo encontrar realidades que están ahí, esperando a ser interpretadas, por si pudieran convertirse en alguna verdad. Estas realidades no se circunscriben únicamente al tiempo actual, sino que se esconden también en el tiempo pasado. Dicen que quien no conoce su historia tiene el riesgo de repetirla, así que mi intención es rescatar esas realidades pasadas que pueden relacionarse con la realidad actual, en la búsqueda de esa verdad de lo que aconteció o acontece, para aprender. Pero si bien la historia me apasiona, más lo hace la antropología, así que este ejercicio de rescatar realidades pasadas y actuales no tendría mucho sentido si no fueran a servir para visualizar el futuro. Nadie conoce la verdad sobre ese futuro, pero la interpretación del pasado y el presente es la mejor torre de vigía para vislumbrar lo que puede venir.

La Globalización en pelotas

Vivimos unos tiempos históricos absolutamente revolucionarios, porque estamos inmersos, aun sin ser conscientes del todo, en un cambio civilizatorio radical. La Globalización, el gran fenómeno histórico del cambio de siglo, está en pelotas. Y el momento actual es el más decisivo de la Humanidad. O cambiamos con inteligencia, o colapsamos, porque otras veces hubo colapsos, pero ahora es global, es decir, no hay sitio a donde escapar. Desde luego el espacio exterior no, porque no existe combustible que nos lleve.

Este cambio es inevitable, debemos darle forma para nuestro bienestar y el de generaciones futuras y el debate más interesante para la Humanidad es cómo vamos a llevar a cabo ese cambio:
¿Vamos a dejar que las cosas sucedan solas?
¿Vamos a dejar ese cambio en manos de otros intereses diferentes que los de la mayoría de la población humana?
¿O vamos a tomar parte del cambio, encauzándolo hacia el bien común, como ciudadanía responsable con su tiempo histórico y los retos que ese tiempo conlleva?

Si queremos ser dueñ@s de ese cambio, debemos aprender que hemos vivido y que vivimos en este momento. Porque lo que viviremos, lo debemos proyectar desde hoy, en base a lo que hemos sido, pero sin posibilidades de seguir siendo lo que somos. De eso van las revoluciones, que nada de lo anterior vale. Esa conciencia y acción sobre el tiempo histórico es además un ejercicio de responsabilidad con las generaciones futuras, que necesitan de nuestro esfuerzo hoy para que mejoren sus condiciones de vida mañana.
A finales del siglo XX, entre internet y la desaparición del bloque comunista, cambiamos de era histórica. Y somos las primeras generaciones de la Aldea Global. Desde finales del XVIII habíamos vivido la era que tradicionalmente ha sido denominada Contemporánea, pero yo denomino Burguesa ya que es esta clase la que ha sido titular del poder social durante estos siglos, ha contagiado al resto de la sociedad con sus valores, el liberalismo, el materialismo, el cientifismo… y ha modificado tanto el medio que hemos dado nombre a la era geológica del Antropoceno. Y esta modificación no ha supuesto mayor riqueza biológica para el planeta, sino al contrario, la hemos reducido trágicamente y por si fuera poco, hemos envenenado el medio, millones de personas al año mueran por la contaminación, y las condiciones de vida de muchísima más están en peligro. Y hemos modificado el clima peligrosamente. Por el uso desaforado de los combustibles fósiles.
El inevitable cambio de era está teniendo lugar por un agotamiento energético y un éxito social que van de la mano: El modelo fosilista ha triunfado en todo el planeta y ha logrado el mayor índice demográfico humano de la historia, pero la base de esa civilización, los combustibles fósiles, se acaban, solo gracias a ellos se podía mantener un modelo así, y por tanto, el modelo ya no es posible. Y no es solo pasar de un coche de gasolina a otro eléctrico. La realidad es que el 97% de la producción, agrícola, ganadera, industrial, de servicios, necesitan transformarse radicalmente. Y la verdad es que los gobiernos todavía no se han puesto en serio a trabajar este gigante reto social. La cuestión principal, a estas alturas, es que, de seguir así, y cuando ya el cambio sea inevitable por agotamiento, ese cambio se lleve con él a la menor cantidad de personas. Y este debiera ser nuestro mayor interés, por convicción o ética, o aunque solo sea porque nada ni nadie nos puede asegurar que no seamos nosotras o nuestra gente la que muera, arrolladas por el final del modelo fosilista.

Información basura

Para poder cambiar necesitamos la verdad sobre esto. Pero esta nueva era, que bien podría denominarse la de la Información, además de poner al alcance de cualquiera la mayor cantidad de información que nunca antes las personas pudieron tener, ha creado un nuevo problema social: El régimen de posverdad por el que es muy complicado discernir la verdad de entre todo el exceso de informaciones falsas o manipuladas. Los medios, de masas y los digitales, nos alimentan con información basura.
Y si bien sufrimos este régimen, somos también actrices y actores del fenómeno, puesto que creamos también esa información basura, o la difundimos. Sin ser además nativos digitales, aprendiendo mientras erramos. La Sociedad, si es que sobrevive, en un siglo tendrá otra perspectiva más integral de la revolución digital, pero en estos momentos es difícil elevarse para comprender el fenómeno y su trascendencia:
En las Universidades, por ejemplo, el análisis de redes sociales se ha convertido en objeto de estudio. Se examinan los contenidos publicados, y se extrae conocimiento variado, no solo de quién o qué se publica, si no también, por ejemplo, como se crean campañas de mentiras aprovechando por un lado la presencia que da la red y por otro lado, la ingenuidad de quien cree que porque aparezca ahí, el contenido es auténtico:
Hasta la era digital, las imágenes suponían una garantía de verdad. Pero ahora con todas las técnicas de manipulación digitales al alcance de cualquiera, es necesario discriminarlas si no queremos ser engañadas. Porque además, esa democratización digital trae que aumentemos la cantidad de esa información basura, revotando ese contenido en nuestras redes.
Se crean un montón de mentiras que se expanden por la red. Las peores son las que se crean para dañar, pero las más ridículas, las conspirativas, las que se crean para aprovecharse de la credulidad de la gente, también son dañinas, porque dificultan esa búsqueda, ya de por sí laboriosa con tanta información, productiva y basura.

Se crean campañas de desinformación a través de cuentas bost y troll que confunden en las redes. Esto sirve para el insulto y la bronca, generan polarizaciones, promueve la falta de responsabilidades, y nos hace todavía más difícil discernir la verdad. Y así se van provocando teorías de la conspiración que confunden a la gente o campañas de difamación contra quien interese. Como resultado social general, se tiene menos confianza en la experiencia científica, se siente mayor escepticismo en los medios, y se produce un rechazo emotivo a la administración. Pero ciencia, medios periodísticos y administración pública son tres factores vitales para lograr una información veraz, además de para asegurar nuestras raquíticas democracias en estos tiempos revolucionarios y reaccionarios.

Verdad y motivación


Con este blog y relacionando realidades, interpretándolas, yo quiero ofrecer algo de verdad. Siempre discutible, por cierto. Pero ya hablamos de ella, ¿porque es importante la Verdad?

La Verdad se basa en la realidad. Es una percepción de esa realidad, un significado que contiene esa realidad. Para extraer la Verdad de la realidad debemos conocer los hechos, analizarlos, unir las piezas del contexto, separar lo importante de lo que no lo es, buscar el beneficio común en esa interpretación, con justicia y equidad.
Pero si por algo es importante la Verdad es porque inspira y motiva a actuar. Por eso debemos empeñarnos en conocerla.
Los tiempos históricos que vivimos necesitan de nuestra acción, pero no una acción cualquiera, si es que queremos que la sociedad futura sea la mejor para las generaciones venideras:

El cambio inevitable civilizatorio necesita acciones ecológicas, para lograr la sustitución del combustible fósil por las únicas alternativas energéticas que nos quedan, las energías sostenibles. Para frenar el cambio climático con sus manifestaciones extremas. Para limpiar los medios de la toxicidad industrial y consumista.
Necesita ética, para que los cambios se lleven a cabo teniendo en cuenta los intereses comunes. Y esta ética no sólo es necesaria en las superestructuras sociales, también en los sistemas de pensamiento de cada persona. Porque todo, absolutamente todo, también nosotras, estamos en crisis. Nadie está a salvo de esa necesidad sistémica y radical de cambio.
Y necesita de la Comunidad. Porque esta transformación del modelo agotado, con recursos escasos y superpoblación, solo puede llevarse a cabo en grupo. Las personas siempre hemos vivido en comunidad, hasta que logramos el dominio de los combustibles fósiles. Su uso ha permitido un individualismo coyuntural que sin ellos, ya no puede seguir perviviendo. El drama es que las generaciones actuales de humanos hemos sido programados socialmente en ese individualismo, y aunque se puede reaprender a ser cooperativos, necesita de un esfuerzo individual y colectivo sobre el cual, parece que tampoco nadie ha puesto el foco.

En el mundo hay multitud de realidades que construyen muchas verdades. Pero hoy, hay una Verdad principal: La Vida, a nivel global, está en peligro, es por responsabilidad de nuestras formas de vida, tenemos que cambiarlas si queremos sobrevivir, y hay una dejación generalizada, de gobiernos y ciudadanía, al respecto.
Creo que esta pasividad ante el peligro real e inminente de un colapso sistémico se debe a una falta de información, una manipulación y ocultación sobre la realidad que no permiten tener una idea clara de que situación actual sufrimos. Esa pasividad también se alimenta de una falta de interpretación de esa información que relacione el presente con el futuro de la manera más inspiradora para crear el proyecto de sociedad en el que aplicarse, puesto que el nuevo modelo debe ser inventado por nosotras. Y así mismo se alimenta de una incapacidad, inducida por el propio sistema desde la educación, familiar, moral y educativa, para imaginar.
Así pues, mi intención es rescatar el pasado, para interpretar el presente, con el deseo de imaginar el futuro. Activar imaginaciones autónomas. Visualizar otro mundo. Mejor. El cual es posible.

7 opiniones en “Un Blog que no sigue la moda”

  1. Me interesa lo que sientes y comparto tus deseos de otro mundo.
    Cuánta necesidad tenemos de volver a mirar, sentir y escuchar lo que la tierra nos está pidiendo.Intento compartir la inquietud con mi entorno más cercano.Tus hij@s tienen mucha suerte de tenerte.

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